O Abeto da alameda está triste porque morreu Umberto Eco.
Aínda que non sabemos se habería correspondencia, o abeto di que el era unha persoa que amaba a beleza, digna, sofisticada, temperamental, testana, un pouco egoísta, preocupada polos seus; modesta e ambiciosa; intelixente e traballadora; insatisfeito no terreo amoroso e con moitos amigos e inimigos, e sobre todo leal nas súas relacións persoais.
Aínda que non sabemos se habería correspondencia, o abeto di que el era unha persoa que amaba a beleza, digna, sofisticada, temperamental, testana, un pouco egoísta, preocupada polos seus; modesta e ambiciosa; intelixente e traballadora; insatisfeito no terreo amoroso e con moitos amigos e inimigos, e sobre todo leal nas súas relacións persoais.
Como argalleir@s das letras queremos dicirlle que sempre estará con nós e que coidaremos o abeto máis que nunca.
Vai a nosa lembranza, mestre. Que saibas que "No pocas veces ha sido hermoso soñar a vuestro lado."
Gozade con este fragmento de BAUDOLINO e animádevos a lelo.
No
episodido 38 “ Baudolino a capítulo”
[...]
Baudolino
fue a recoger su relicario, sacó el Greal, se lo enseñó a los demás, como se
hace con una hostia consagrada. Dijo sólo:
-
¿Alguno
de vosostros abriga alguna pretensión?
-
Baudolino
–dijo Boron, sin conseguir todavía tener quietas las manos-, esta noche he
vivido más que
todos los años que hemos pasado juntos. Desde luego no es culpa tuya, pero algo
se ha roto entre nosotros, entre tú y yo, entre Kyot y yo, y entre el Boidi y
yo. Hace poco, aun por pocos instantes, cada uno de nosotros ha deseado
ardientemente que el culpable fuera el otro, para poner fin a una pesadilla.
Esto ya no es amistad. Después de la caída de Pndapetzim, hemos seguido juntos
sólo por casualidad. Lo que nos unía era la búsqueda del objeto que tienes en
la mano. La búsqueda digo, no el objeto. Ahora sé que el objeto había estado
siempre con nosotros, y ello no nos ha impedido correr más de una vez hacia
nuestra ruina. Esta noche he entendido que yo no debo poseer el Greal, ni
dárselo a nadie, sólo mantener viva la llama de su búsqueda. Así pues, quédate
con esa escudilla, que tiene el poder de arrastrar a los hombres sólo cuando no
se la encuentra. Yo me voy. Si puedo salir de la ciudad, lo haré cuanto antes,
y empezaré a escribir sobre el Greal, y en mi relato estará mi único poder.
Escribiré de caballeros mejores que nosotros, y los que me lean soñarán la
pureza, y no nuestras miserias. Adiós a todos, amigos míos que habéis
sobrevivido. No pocas veces ha sido hermoso soñar a vuestro lado.
[...]
No hay comentarios:
Publicar un comentario